Sadhaka es el nombre sánscrito que se le da al que practica, estudia y honra las prácticas del Yoga en toda su amplitud. Sadhaka es quien se adentra en el camino con el corazón lleno de devoción, comprimiso y apertura para recibir lo que le es ofrecido. El camino espiritual no es un sendero con pétalos de rosas a tus pies y dulzura, el camino del Sadhaka es una oda a la valentía, el tesón y la voluntad de ir transitando la luz y la sombra porpia de la vida. Hay una falsa idea o un vai-pas espiritual en el que muchas personas creen que todo es alegría, buen humor y salud una vez entras en el mundo del yoga, siento decirte que no. El camino está lleno de desafíos y se requiere de tu CONFIANZA INQUEBRANTABLE para transitarlos y ahí sí, recoges los frutos diamantinos que van apareciendo a medida que te acercas con más conciencia a tu Ser esencial. Un viaje que dura toda la vida y que sin duda elegir caminarlo es la opción más auténtica y elevada que puedes tomar.
Sugilita, Amatista y Cuarzo cristal
Cristal de Cuarzo:
El cuarzo es el sanador y amplificador más poderoso del planeta. Absorbe, almacena, libera y regula la energía y es excelente para desbloquearla. Eleva la energía al nivel más elevado. Tradicionalmente se ha usado para disolver las huellas kármicas.
Amatista:
Es una piedra que desde siempre se ha usado como protectora, piedra de sabiduría y guía espiritual. Se dice de ella que tiene propiedades sanadoras y de limpieza, además de ser una guía para nuestra mente. Equilibra o estimula la mente según sea necesario. Se utiliza para ayudar a desarrollar ideas y llevarlas a la acción. Para desarrollar la intuición, motivación y toma de decisiones. Y como protectora de las energías ambientales negativas. Es un cristal básico para usar en meditación porque aporta serenidad y comprensión profunda.
Sugilita:
La sugilita representa el amor espiritual y la sabiduría. Acompaña en las búsquedas espirituales y ayuda a encontrar respuestas a las grandes preguntas de la vida. Es muy útil en búsquedas espirituales a la vez que protege el alma y alivia las tensiones espirituales.Psicológicamente es benéfica para las personas que no sienten la Tierra como su hogar, ayudando a asentar el alma en la actual realidad